MARIBEL CABALLERO
TERAPEUTA HOLÍSTICA
CUARZO LECHOSO
o CUARZO NIEVE
Se ha utilizado siempre en rituales mágicos y de curación y como amuleto protector es muy adecuado contra todas las formas de influencia maléfica.
Se piensa que es un buen protector contra la pérdida de energía y vitalidad.
Propiedades para el cuerpo
Tiene la propiedad de curar las enfermedades provocadas por un golpe de frío o humedad como: rinitis, sinusitis, inflamaciones crónicas del árbol genitourinario y otitis media serosa.
Mejora la circulación linfática.
Es un buen diurético y estimula la lactancia.
Propiedades para la mente
Recibe, trasmite y amplia las energías positivas.
Aumenta la capacidad mental. Mejora la memoria.
Es la piedra universal. Se cree que es un excelente protector contra la pérdida de energía.
Ayuda a vencer la ansiedad y también es excelente para la meditación.
Alivia los estados de confusión, obnubilación, y tristeza sin causa aparente.
Muy útil para personas muy reservadas que ocultan su verdadera identidad, y para aquellas que tienen dificultades para reflexionar y meditar.
Colocar un cuarzo blanco engarzado colgando del cuello o en pendientes para conseguir vivir, actuar y pensar en positivo.
Colocar un cuarzo blanco durante diez minutos diarios en la cabeza sobre la coronilla sujeto con una venda, pañuelo anudado, etc., lo negativo y para que nuestras energías internas fluyan sin dificultad.
Colocar un cuarzo blanco durante diez minutos diarios sobre el centro de la frente, acostados y en estado de relajación, para que aumente nuestro poder de concentración y conseguir nuestro equilibrio tanto a nivel físico, como psíquico y espiritual.
Colocar un cuarzo blanco dos dedos por debajo del ombligo durante diez minutos diarios, acostados y en estado de relajación, para protegernos de cualquier tipo de enfermedad y hacer que aumente nuestro poder creativo.
Colocar un cuarzo blanco en el centro de la garganta durante diez minutos diarios, acostados y en estado de relajación, para protegernos de cualquier tipo de enfermedad, hacer que crezca nuestra inspiración, despertar el don de la comunicación y conseguir que aumente nuestra capacidad de perdonarnos a nosotros mismos y a nuestro prójimo.