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USO Y CUIDADOS

Conforme las gemas terapéuticas nos van ayudando a liberar impurezas y bloqueos energéticos,

algunas de estas energías liberadas se adhieren a la superficie de las gemas.

 

Estas energías inarmónicas se acumulan rápidamente en la superficie de las gemas, inhibiendo su capacidad de trabajar a su máxima potencia.

 

La limpieza regular elimina estas energías y restaura las gemas a su vibrante estado natural.

 

Varios minutos de cuidado regular harán que las gemas terapéuticas se mantengan vitales y estén listas para ayudarnos a dar nuestro siguiente paso en el crecimiento y la curación.

 

Cuando no estén en uso, guarde las gemas limpias en un cajón, un recipiente con tapa o un joyero que además contenga una pieza de cornalina, pues es una importantísima piedra de regeneración y carga energética.

 

Dependiendo de la frecuencia de uso, es conveniente limpiarlas una vez a la semana.

 

Al llevar metal algunas e hilo otras, no es conveniente ponerlas bajo el agua, así que lo mejor será encender una varilla de incienso, preferiblemente de sándalo y colocar la pieza encima con tus manos para que reciba un baño de humo purificador.

 

Luego pon la pieza en tus manos y conecta con ella enviándole tus pensamientos de sanación.

 

Así la piedra guardará esa información y estará perfectamente preparada para cuando te la pongas.

 

Con las gemas terapéuticas, como con todas las terapias de medicina energética, la intención que usted tenga y la apertura al cambio pueden ayudar al proceso de curación.

 

Al cooperar conscientemente con el proceso de cambio iniciado por las gemas, usted puede incrementar mucho sus efectos.

 

Precauciones de uso

 

No utilice la pieza al bañarse, nadar o realizar una actividad física vigorosa, como hacer ejercicio.

 

Las piezas que contengan sólo hematites, es preferible no sobrepasar las 9 horas de contacto.

 

 

CURIOSIDAD

 

 

La empresa "Hitachi" ha presentado un cristal de cuarzo en el que se pueden guardar datos y que tiene una clara ventaja respecto a sus antecesores: esa información puede estar almacenada durante millones de años.

 

Sí, porque ese material puede aguantar condiciones ambientales extremas (como altas temperaturas) sin degradarse.

 

 

Fuente de la información

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