Cancelación de contratos kármicos.
Ponte cómodo y sitúate en un lugar libre de distracciones.
Respira profundamente hasta que te relajes.
Pregúntale al cuerpo si almacena contratos y promesas.
Puedes darte cuenta de ella a través de un cambio de pulsaciones, puedes oír o sentir la respuesta, o tu cuerpo puede mostrarte dónde está.
Pregúntale al cuerpo, con claridad, dónde almacena el contrato y sentirás una sensación,
quizá de calor o presión, o podrás escuchar o ver el lugar donde se localiza.
Permite que tu conciencia se dirija a esa parte del cuerpo y conecte con ella.
Pregunta al cuerpo que color necesita para disolver el contrato.
Toma el primero que le venga a la mente y dirija ese color a esa parte del cuerpo.
Continúa haciéndolo hasta que sientas que el cuerpo ya no necesita la energía cromática.
Te sentirás entonces más ligero y cambiado a medida que se libera la atadura.
Este proceso podría llamarse la alquimia de energías divinas.
Nos permite desarrollar nuestro repertorio de emociones y comportamientos hasta que ya no reaccionemos de un modo compulsivo o determinados por otros.
Actuaremos libre, responsable y conscientemente para nosotros.
“Sanar las emociones” Chris Griscom